Se ha convocado a una nueva Asamblea Nacional de nuestra CVX (para el 4 y 5 de noviembre de 2011) y será motivo para hacer un alto en el camino desde cada Núcleo y comunidad CVX pero también desde cada uno de sus integrantes. No se trata de una actividad más ni un trámite que haya que cumplir como rutina necesaria.
Una nueva asamblea es en primer lugar algo por lo que debemos dar gracias, por la confianza que nos hemos tenido en éstos años para caminar juntos, más allá de las dificultades y exigencias a las que nos hemos visto confrontados, cada quien en su propia actividad. Gracias porque nos vamos confirmando en nuestra vocación CVX y se nos va abriendo la posibilidad de un camino que no sólo es historia recorrida sino capacidad de incidir en el presente y de ayudar a configurar un futuro que permita el “reinado de Dios”. Por cierto, debemos decir también gracias a nuestro Señor, a nuestro Padre, al Abba del que nos habla Jesús en su oración constante de diálogo con Dios.
30 agosto, 2011
18 agosto, 2011
Balance del Proceso de Reparaciones
por Jairo Rivas*
En este contexto resulta oportuno realizar un ejercicio de balance sobre el proceso de reparaciones, tarea dedicada en 4 entregas:
En este contexto resulta oportuno realizar un ejercicio de balance sobre el proceso de reparaciones, tarea dedicada en 4 entregas:
05 agosto, 2011
Atributos Adicionales (Gobernar vs. Gerenciar)
Haciendo eco a toda esta moda neoliberal que vitorean empresarios y gerentes, se ha sostenido que hay una equivalencia entre gobernar y “gerenciar”*. Se supone desde esta perspectiva —contra lo que pensaba nada menos que Aristóteles— que un buen gerente será un buen ministro y hasta un buen Presidente.
Si buscamos en los libros de administración, encontraremos que entre los principales atributos del manager —mal traducido por gerente— están la capacidad de liderazgo y el de administrar gente y recursos, todos necesarios para ser un buen gobernante: pero hay otros que no son indispensables en el primero y sí en el último. Para empezar, el origen mismo es diferente: el gerente es elegido por el directorio o los accionistas, mientras al gobernante —por lo menos en un régimen democrático— lo eligen sus gobernados. Los países subsisten siglos, las empresas —con suerte— décadas. Un buen gobernante debe lograr la aceptación de la mayoría y por lo tanto su visión de largo plazo no puede olvidar el presente.
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