por Alonso Núñez del Prado S.*
Los tiempos y el sistema nos han impuesto los valores imperantes, la forma de entender el mundo y nuestra existencia. Hoy en día las personas valen por lo que pesan sus bolsillos y no por lo que son y han aportado a la sociedad en que viven. Todo se hace en función de la economía: se estudia para al terminar trabajar duramente o quizá hacer buenos negocios para ganar el dinero que permita vivir con el mayor de los lujos. Por supuesto, se considera exitoso a quien logra amasar una gran fortuna que, sin que se percate, lo convierte en esclavo de sus posesiones y ansias de poder.