Foto: Diario LA REPÚBLICA |
A raíz de la violencia desatada una vez más entre israelitas y palestinos, no he podido dejar de recordar nuestra historia más reciente… Sendero Luminoso, cómo se le enfrentó durante tantos años y cómo, finalmente, se le venció. Los peruanos sabemos, porque lo hemos vivido, cuál es la forma equivocada de enfrentar al terrorismo y cuál la adecuada y exitosa.
No tengo duda que Hamas es una organización terrorista y que está atacando a Israel y usando a civiles como escudo, pero también estoy convencido que la forma en que está respondiendo Israel, no es sólo desproporcionada, sino equivocada. A la violencia no se le responde con más violencia, porque ese es justamente su objetivo.
Las investigaciones posteriores a la derrota de Sendero mostraron que parte de su táctica era provocar una respuesta desproporcionada de parte del Estado para así desatar una especie de guerra que los llevara a la desautorización moral de las fuerzas del orden y vaya que durante muchos años casi lo lograron. Contra lo que alguna gente piensa la derrota de Sendero se logró mediante el trabajo de inteligencia que condujo a la captura de Abimael Guzmán y no con el trabajo de las fuerzas armadas en las zonas en conflicto, como Ayacucho, donde sólo consiguieron atemorizar a la población, por la sencilla razón de que no tenían cómo identificar al enemigo, lo que los llevó a violar derechos humanos, matar inocentes, entre otra barbaridades que motivaron que los habitantes de esas zonas les tuvieran tanto miedo como al propio Sendero. Es verdad que el trabajo de las Rondas Campesinas tuvo relativo éxito, pero el triunfo sobre Sendero se consiguió con la captura de su líder, quien era una especie de Dios para sus seguidores. La forma de enfrentar al terrorismo es con acciones de inteligencia, la respuesta a las acciones de violencia tienen que reducirse al mínimo posible, sin por esto dejarse amilanar. Es verdad que es la opción más difícil y la que toma más tiempo, pero es la única que logrará derrotar al terrorismo y nosotros los peruanos lo sabemos porque lo hemos vivido.
La forma en que está respondiendo Israel lo está descalificando ante los ojos de buena parte de la población mundial, en especial frente al mundo islámico que ha desarrrollado un odio irracional hacia la nación israelí. ¿Qué pueden sentir los familiares (padres, hijos, hermanos) de las víctimas, especialmente de los niños? Lo que está haciendo Israel por ese camino es cavar su propia tumba. Sembrando odio y rechazo no se puede ganar. A la larga siempre se pierde. La hegemonía militar que quiere imponer, no es el camino. Es necesario que las mentes más lúcidas de esa nación saquen a los más extremistas de su error. Ojalá sea posible.
Hamas, como Sendero no tiene justificación y si bien puede explicarse por la imposición que significó para la zona la creación del estado de Israel en 1947-48. El sentido de realidad tendría que llevarlos a negociar. A estas alturas los seres humanos deberíamos tener muy claro que por medio de la violencia no se consiguen las cosas. Es verdad que muchas veces no es una reacción racional, sino emocional, pero los grupos organizados ya deberían haberse dado cuenta que ese camino es absurdo y que sólo los llevará a su sacrificio y al de muchos miles de inocentes. Desafortunadamente, está de por medio la religión que como las historia nos muestra nos ha llevado a cometer los mayores crímenes.
Los problemas no se enfrentan respondiendo a las consecuencias, sino a las causas. Hamás es una consecuencia e Israel debería entenderlo. El único camino posible con todos sus defectos es la creación de un estado Palestino, pero por desgracia parece ser cada día más difícil.
San Isidro, 19 de agosto de 2014
* Abogado-MBA, CVX Siempre
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